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Cómo Crear una Descripción de Puestos Eficaz

Descubre los pasos clave para redactar una descripción de puestos clara y atractiva que facilite la contratación del mejor talento. ¡No te lo pierdas!


Cómo Crear una Descripción de Puestos Eficaz

Una descripción de puestos eficaz es clave para atraer al talento adecuado y garantizar que cada miembro del equipo comprenda claramente sus responsabilidades y expectativas. Al crear una descripción, es fundamental estructurarla de manera que sea fácil de entender y refleje con precisión las necesidades del puesto. Esto implica definir claramente el título, las responsabilidades, las habilidades necesarias, la experiencia y las competencias clave. No se trata solo de listar tareas, sino de proporcionar una guía completa que sirva como referencia tanto para el empleado como para el empleador. A lo largo de este artículo, aprenderás el proceso paso a paso para crear descripciones de puestos que sean claras, funcionales y alineadas con los objetivos de tu organización.

Puntos Clave

  1. Utiliza un título de puesto claro y directo que represente las responsabilidades reales, evitando términos vagos o demasiado creativos.
  2. Detalla las responsabilidades principales y secundarias para definir claramente las expectativas diarias del puesto.
  3. Especifica tanto las habilidades técnicas como blandas necesarias para que el candidato pueda desempeñar eficazmente sus tareas.
  4. Define la experiencia mínima y las áreas específicas en las que el candidato debe haber trabajado previamente.
  5. Incluye expectativas de rendimiento claras y medibles, tanto en términos de calidad como de metas alcanzables.

Definir el título del puesto

El título del puesto es la primera impresión que tendrá cualquier candidato, y su claridad resulta fundamental para atraer al perfil adecuado. Debe ser breve, preciso y reflejar con exactitud las responsabilidades del cargo. Evita utilizar títulos excesivamente creativos o ambiguos que puedan generar malentendidos o dificultar su búsqueda.

Piensa en el título como una guía tanto para los candidatos como para los reclutadores. Un título mal definido puede atraer a postulantes que no encajan con el perfil buscado. Por ejemplo, en lugar de utilizar un título como “Experto en Marketing”, es más efectivo especificar “Coordinador de Marketing Digital”. Esto no solo mejora la visibilidad en las plataformas de empleo, sino que también facilita la selección de candidatos que realmente cumplen con los requisitos.

Algunos consejos para definir un título acertado son:

  • Evita la jerga interna: Usa términos ampliamente reconocidos y comprendidos en la industria.
  • Sé específico, pero no restrictivo: Un título como “Desarrollador Web Frontend” es más claro y preciso que “Desarrollador” a secas.
  • Considera el nivel del puesto: Indicar si el puesto es junior, senior o intermedio ayuda a establecer expectativas claras desde el inicio.

Un título claro no solo optimiza el proceso de selección, sino que también ahorra tiempo a los reclutadores y candidatos, mejorando la calidad de las postulaciones recibidas.

Identificar responsabilidades clave

Una vez que el título del puesto está definido, es esencial detallar las responsabilidades clave. Estas especifican las funciones diarias que el empleado debe realizar para cumplir con los objetivos del rol. Al ser claras y precisas, eliminan posibles confusiones y aseguran que el candidato entienda exactamente lo que se espera de su desempeño.

Las responsabilidades pueden agruparse en tareas principales y secundarias. Este enfoque facilita la jerarquización de las actividades más relevantes, mientras que proporciona una visión holística del puesto.

Diagrama de flujo de responsabilidades y tareas principales y secundarias

Tareas principales

Las tareas principales son aquellas que ocupan la mayor parte del tiempo del empleado y están directamente relacionadas con los objetivos del cargo. Es crucial describirlas de manera concreta y medible.

Por ejemplo, para un “Desarrollador Web Front End”, una tarea principal podría ser: “Desarrollar interfaces de usuario responsivas con HTML, CSS y JavaScript”. Este tipo de redacción define claramente el núcleo de las actividades y permite al candidato comprender las expectativas diarias de su rol.

Asegúrate de que las tareas principales se centren en acciones concretas. Esto no solo optimiza el proceso de selección de candidatos, sino que también facilita la futura evaluación del rendimiento.

Tareas secundarias

Aunque no sean el eje principal del puesto, las tareas secundarias juegan un papel importante para complementar las actividades principales y apoyar otras áreas o funciones relacionadas.

Siguiendo con el ejemplo del “Desarrollador Web Frontend”, una tarea secundaria podría ser: “Colaborar con el equipo de diseño” para asegurar la coherencia visual en todas las plataformas. Esta tarea, aunque no sea la más frecuente, muestra la importancia de la colaboración entre equipos para lograr una experiencia de usuario cohesionada.

Es fundamental que las tareas secundarias se diferencien claramente de las principales para evitar confusiones. Mantener este equilibrio garantiza que el puesto esté bien estructurado y cubra todas las actividades necesarias para el éxito del empleado.

Describir habilidades necesarias

Para que un candidato cumpla con las expectativas del puesto, debe contar con una combinación de habilidades técnicas y blandas que le permitan ejecutar las tareas de manera eficiente y colaborar eficazmente con el equipo. Estas aptitudes constituyen la base sobre la cual se construirá su desempeño diario.

Habilidades técnicas

Las habilidades técnicas son aquellas competencias específicas que el candidato debe dominar para realizar las tareas clave del puesto. Estas incluyen el manejo de herramientas, software, lenguajes de programación u otros conocimientos especializados que se aplican directamente al trabajo.

Es fundamental ser claro y específico al enumerar estas habilidades. En lugar de utilizar descripciones generales como “conocimiento en tecnología”, es recomendable detallar las herramientas o tecnologías concretas que el puesto requiere. Por ejemplo, para un “Desarrollador Web Frontend”, se podría solicitar dominio avanzado de HTML5, CSS3 y JavaScript, así como experiencia con frameworks como React o Angular. Esto permite al candidato conocer con precisión lo que se espera de él en el ámbito técnico.

No todas las habilidades técnicas están relacionadas con el ámbito digital. En un puesto de logística, por ejemplo, puede ser esencial tener experiencia en gestión de inventarios o en el uso de sistemas ERP . La clave es especificar claramente los conocimientos previos que son indispensables para un buen desempeño.

Habilidades blandas

Las habilidades blandas también son cruciales, ya que permiten al empleado integrarse en el equipo y gestionar su trabajo de manera productiva. Estas aptitudes no están necesariamente vinculadas a un conocimiento técnico, sino a la capacidad del candidato para interactuar y adaptarse a diferentes situaciones.

Es recomendable que las habilidades blandas que se consideren relevantes estén alineadas con la cultura y el estilo de trabajo de la organización. Por ejemplo, en un entorno de trabajo colaborativo, será importante que el candidato tenga habilidades de comunicación y una sólida capacidad para trabajar en equipo. Para un “Gerente de Proyectos”, podrían priorizarse competencias como la gestión del tiempo y la resolución de problemas, ya que estas ayudarán a coordinar equipos y cumplir con plazos ajustados.

Las habilidades blandas no solo determinan la capacidad del candidato para cumplir con las demandas del puesto, sino también cómo se relacionará con sus colegas, supervisores y clientes. Al destacar estas competencias, se asegura que los aspirantes no solo cumplan con los requisitos técnicos, sino que también encajen de manera armoniosa en la dinámica del equipo y de la empresa.

Establecer experiencia mínima

Definir la experiencia mínima es un paso esencial para asegurar que los candidatos cuenten con una base sólida que les permita cumplir con las expectativas del puesto. Este criterio no solo facilita la selección de perfiles adecuados, sino que también garantiza que los postulantes tengan la capacidad para enfrentar situaciones similares a las que se encontrarán en la organización.

Años requeridos

Especificar los años de experiencia proporciona un estándar claro sobre el nivel de exposición que debe tener el candidato en su campo. Este criterio debe reflejar la complejidad del puesto y la carga de responsabilidades asociadas.

Por ejemplo, si el puesto es para un Analista Financiero Senior, podrías solicitar entre 3 y 5 años de experiencia en análisis financiero avanzado. Con esto, aseguras que el candidato posea tanto un entendimiento profundo del sector como la capacidad de haber enfrentado desafíos significativos durante su carrera, lo que es crucial en roles que implican mayor responsabilidad.

Es importante tener presente que los años de experiencia no siempre reflejan la capacidad real del candidato. Por ello, este criterio debe complementarse con una evaluación cualitativa del tipo de proyectos en los que ha participado y los sectores donde ha trabajado.

Áreas específicas

Más allá de los años de experiencia, es vital definir las áreas concretas en las que el candidato debe haber trabajado. Esto garantiza que la experiencia previa sea relevante y aplicable a las necesidades del puesto, evitando que se presenten perfiles con experiencia general que no se alinee con las particularidades del rol.

Por ejemplo, si necesitas un Especialista en Marketing Digital, puedes requerir que tenga experiencia previa en la gestión de campañas SEM y SEO, o que haya trabajado con plataformas publicitarias como Google Ads o Meta Ads. De esta manera, te aseguras de atraer a candidatos que no solo cumplan con los años de experiencia, sino que además posean un conocimiento específico que puedan aplicar de manera inmediata en tu empresa.

Este enfoque facilita la selección de candidatos altamente calificados, con habilidades y experiencia directamente aplicables al entorno empresarial, lo que aumenta las probabilidades de un desempeño exitoso en el puesto.

Especificar formación académica

La formación académica proporciona una base teórica fundamental para que los candidatos puedan desempeñar el puesto de manera efectiva. Al definir de manera clara el nivel de estudios requerido, atraerás a postulantes con conocimientos formales y estructurados que complementen la experiencia práctica y las habilidades que se hayan solicitado previamente.

Es crucial ser específico respecto al tipo de formación necesaria para el cargo. Algunas posiciones pueden requerir títulos universitarios o incluso especializaciones en áreas concretas, mientras que otras podrían ser más flexibles, permitiendo que certificaciones o cursos especializados sustituyan la necesidad de un grado formal.

Definir el nivel de estudios

Especificar el nivel educativo mínimo es esencial para garantizar que los candidatos posean la base teórica adecuada. Esto puede variar desde un diploma técnico hasta una licenciatura o certificación especializada. Por ejemplo, si la vacante es para un Desarrollador de Software, podrías requerir una licenciatura en Ingeniería Informática o un campo afín. Por otro lado, en el caso de un Asistente Administrativo, una formación técnica en Administración de Empresas podría ser suficiente.

Considerar formaciones alternativas

En algunos casos, la formación académica formal no es la única vía para calificar a un candidato. Es importante mencionar que ciertos roles pueden aceptar experiencia equivalente o certificaciones profesionales como requisitos válidos. En sectores técnicos o de rápida evolución, como el marketing digital o el desarrollo de software, una certificación actualizada o experiencia práctica puede ser más relevante que un título universitario obtenido años atrás.

Ejemplo práctico

Si estás buscando un Especialista en Ciberseguridad, podrías solicitar un título en Ciencias de la Computación, Ingeniería Informática o un área relacionada. Sin embargo, también sería recomendable añadir que certificaciones como CISSP o CEH serán altamente valoradas. Esto te permitirá atraer a candidatos con trayectorias no tradicionales, pero igualmente cualificados gracias a su formación complementaria.

Al definir de forma precisa los requisitos académicos, estarás estableciendo una alineación entre las expectativas del puesto y las capacidades teóricas que los candidatos deben poseer. Esto incrementa la probabilidad de seleccionar un perfil que pueda cubrir las necesidades del rol y contribuir de manera efectiva a la organización.

Definir competencias esenciales

Al determinar las competencias esenciales para un puesto, estableces las habilidades y comportamientos que los candidatos deben demostrar para asegurar su éxito dentro de la organización. Estas competencias no solo abarcan las aptitudes técnicas, sino también las habilidades interpersonales que influyen en la forma en que el empleado colabora y se adapta a su entorno de trabajo.

Para identificar las competencias clave, es crucial enfocarse en aquellas que estén alineadas con los valores, la cultura y los objetivos de la empresa. Esto garantizará que los postulantes no solo cumplan con los requisitos técnicos, sino que también se integren en el entorno laboral de manera armoniosa.

Competencias técnicas

Estas habilidades específicas permiten al empleado desempeñar las tareas principales del puesto. Pueden incluir el manejo de herramientas especializadas, software o conocimientos profundos en un campo determinado. Por ejemplo, un diseñador gráfico necesitará dominar programas como Adobe Photoshop e Illustrator, mientras que un analista financiero debe contar con competencias en análisis de datos y modelado financiero.

Competencias blandas

Las competencias blandas son igualmente cruciales, ya que aseguran la capacidad del candidato de integrarse al equipo y adaptarse al ritmo de trabajo de la organización. Entre estas habilidades, podemos destacar la comunicación efectiva, la capacidad de liderazgo y la resiliencia frente a situaciones de estrés. Por ejemplo, al contratar un gerente de proyectos, será fundamental que posea una sólida organización y habilidades de gestión de equipos.

Ejemplo de aplicación

Para un puesto de Representante de Atención al Cliente, las competencias esenciales podrían incluir:

  • Escucha activa, para comprender a fondo las necesidades y preocupaciones de los clientes.
  • Resolución de conflictos, para abordar situaciones difíciles y ofrecer soluciones rápidas y eficaces.
  • Habilidad para realizar múltiples tareas, que le permita gestionar diversas solicitudes al mismo tiempo.

Al definir estas competencias, asegúrate de que sean lo suficientemente específicas y medibles, garantizando que tanto el empleador como el candidato tengan una idea clara de las expectativas diarias del puesto y los resultados esperados.

Incluir expectativas de rendimiento

Al definir expectativas de rendimiento, te aseguras de que los empleados entiendan claramente cuáles son los resultados que deben alcanzar y con qué nivel de calidad. Estas expectativas deben ser precisas, medibles y estar alineadas con los objetivos generales de la organización. Esto no solo facilita la gestión del desempeño, sino que también proporciona una guía clara para el colaborador desde el inicio de su trabajo.

Estándares de calidad

Los estándares de calidad son parámetros que establecen el nivel mínimo de rendimiento aceptable en las tareas. Estos pueden variar según el tipo de puesto, pero es esencial que sean específicos y fácilmente evaluables. Por ejemplo, para un editor de contenido, podrías establecer que los artículos entregados no contengan más del 2% de errores gramaticales o de formato. Esto garantiza la consistencia en la calidad del trabajo, lo que influye positivamente en la reputación de la empresa y en la satisfacción de los clientes.

Ejemplos de estándares de calidad:

  • Cumplimiento de plazos: «Los proyectos deben entregarse a más tardar en la fecha acordada, sin excepciones.»
  • Precisión en los datos: «El análisis de datos debe tener un margen de error inferior al 0.5%.»

Metas y resultados

Las metas definen los logros específicos que los empleados deben alcanzar y están directamente vinculadas a los objetivos de la empresa. Es fundamental que sean SMART (específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con un plazo determinado), de modo que tanto el empleado como el gerente puedan monitorear el progreso de manera efectiva.

Ejemplo de meta cuantificable

Las metas cuantificables permiten evaluar el éxito de manera objetiva. Un ejemplo de ello sería: «Aumentar la tasa de conversión en un 15% dentro de los primeros seis meses.» Este tipo de meta proporciona un punto de referencia claro y medible para evaluar el rendimiento.

Ejemplo de estándar cualitativo

Los estándares cualitativos miden aspectos más subjetivos del trabajo, pero son igualmente importantes para garantizar una experiencia positiva tanto para el equipo como para los clientes. Un ejemplo de esto sería: «Mantener un nivel de satisfacción del cliente superior al 90% en encuestas trimestrales.» Si bien no se trata de una cifra exacta, esta meta refleja la calidad del servicio al cliente y su impacto en la percepción general de la empresa.

Establecer expectativas claras y medibles no solo facilita la evaluación del desempeño, sino que también ofrece a los empleados una ruta definida para alcanzar el éxito dentro de la organización.

Definir el entorno laboral

El entorno laboral va más allá de ser un simple lugar donde el empleado realiza sus tareas; es un factor crucial que impacta directamente en su eficiencia y bienestar. Al definir este aspecto en la descripción del puesto, facilitas que el empleado tenga claras las expectativas y se asegure de contar con los recursos necesarios desde el primer día.

Ambiente de trabajo

Es esencial especificar el tipo de entorno en el que se desempeñará el empleado. Este puede ser una oficina tradicional, una modalidad remota o un formato híbrido. Asimismo, es importante detallar la cultura organizacional, ya que los valores y el estilo de trabajo de la empresa pueden influir en cómo se espera que el empleado colabore con su equipo y lleve a cabo sus responsabilidades.

Por ejemplo, si el puesto es para un desarrollador de software en un entorno remoto, es necesario describir aspectos como la flexibilidad horaria, la comunicación constante mediante herramientas colaborativas y la utilización de metodologías ágiles para la gestión de proyectos. Esto permitirá que el candidato comprenda la organización del día a día en la empresa y sus expectativas de participación.

Herramientas y recursos

Para que el empleado pueda desempeñarse de manera eficiente, es imprescindible que cuente con las herramientas y recursos adecuados. Al incluir esta información en la descripción del puesto, no solo especificas los elementos técnicos necesarios, sino que también preparas al candidato para lo que deberá dominar desde su ingreso. Esto puede abarcar software especializado, hardware con características específicas, acceso a plataformas en la nube o incluso materiales físicos si el trabajo lo demanda.

Por ejemplo, un diseñador gráfico requerirá acceso a programas de edición como Adobe Photoshop o Illustrator, además de una computadora con características avanzadas que soporten dichas aplicaciones. Al especificar estas herramientas, alineas las expectativas entre el empleado y la empresa desde el inicio, lo que contribuye a un entorno laboral más estructurado y eficiente.

Ser claro y específico no solo minimiza confusiones, sino que también facilita la rápida integración del nuevo empleado a la dinámica de trabajo.

Describir estructura organizacional

La estructura organizacional establece el papel que desempeña el puesto dentro de la jerarquía de la empresa y cómo se relaciona con los demás roles. Es fundamental que el empleado tenga claridad sobre a quién reporta y, si corresponde, si tendrá responsabilidades de supervisión directa. Esto no solo previene malentendidos, sino que también optimiza la comunicación interna.

Para aclarar la estructura, es útil proporcionar detalles específicos sobre el flujo de reportes, tales como:

  • Supervisor directo: Detallar quién será su jefe inmediato y la frecuencia con la que debe presentar informes o actualizaciones.
  • Colaboradores o equipos interrelacionados: Especificar con qué otros equipos o personas trabajará de manera continua para cumplir con sus funciones.
  • Responsabilidades de liderazgo: Si el puesto incluye la supervisión de otros, indica cuántas personas estarán bajo su cargo y las áreas de las que serán responsables.

Por ejemplo, un gerente de marketing podría reportar directamente al director de marketing y, a la vez, gestionar a un equipo compuesto por un diseñador gráfico, un especialista en SEO y un analista de datos. Esto permite que el candidato tenga una visión clara de su posición dentro de la organización y comprenda las interacciones que tendrá en su día a día.

Una estructura organizacional bien definida también genera un sentido de apoyo, ya que el empleado sabrá con quién puede contar y cómo se articula su red de contactos dentro del equipo y la compañía.

Organigrama de la Empresa

Revisar y ajustar

Una vez que tengas todos los elementos de la descripción del puesto, es esencial dedicar tiempo a revisarlos detalladamente. Esta fase es clave para asegurar que ningún aspecto relevante quede fuera y que la información esté clara y bien organizada. Piensa en este proceso como el pulido final: cada ajuste refuerza la precisión y el impacto del mensaje.

Haz un repaso cuidadoso de los siguientes puntos:

  • Coherencia: Verifica que el título, las responsabilidades y las competencias estén alineados. Si el puesto exige una alta complejidad en sus tareas, las habilidades requeridas deben reflejarlo adecuadamente.
  • Claridad del lenguaje: Asegúrate de que no existan términos ambiguos o tecnicismos innecesarios que puedan generar confusión. La sencillez en la redacción facilita la comprensión.
  • Opiniones adicionales: Solicita la colaboración de otros miembros del equipo, como el gerente del área o profesionales de recursos humanos, para obtener diferentes perspectivas. Esta retroalimentación puede ayudarte a identificar oportunidades de mejora que quizás no habías notado.

Por ejemplo, si el puesto implica el trabajo con diversos equipos, asegúrate de que las habilidades interpersonales estén bien descritas. Si has establecido objetivos medibles, comprueba que sean alcanzables y estén alineados con las expectativas del puesto.

Este proceso de revisión es crucial para evitar errores y asegurar que el mensaje final sea claro y efectivo. No subestimes la importancia de esta última fase: cada detalle cuenta para garantizar una descripción funcional y precisa.

Conclusión

Crear una descripción de puestos eficaz no solo define el rol, sino que también puede ser el primer paso hacia el éxito de tu equipo. Al seguir cada uno de los pasos detallados en este artículo, desde seleccionar un título claro hasta establecer expectativas de rendimiento, garantizas que cada aspecto del puesto esté alineado con las necesidades de tu organización. No hay atajos cuando se trata de diseñar un perfil que realmente atraiga al talento adecuado.

A lo largo de mi experiencia, he visto cómo descripciones bien elaboradas facilitan tanto la contratación como la integración de nuevos empleados. ¿Te imaginas el impacto que podría tener en tu equipo si cada persona tuviera un entendimiento claro de su rol y objetivos desde el primer día? Te reto a implementar estos pasos y descubrir cómo puedes optimizar tu proceso de selección.

¿Podría la descripción de puestos convertirse en una herramienta clave para la retención de talento? Solo sabrás la respuesta aplicando estos principios.

Preguntas Frecuentes

¿Qué hacer si no tengo suficiente claridad sobre las responsabilidades clave del puesto?

Una forma eficaz de clarificar las responsabilidades clave es involucrar a las personas que mejor conocen el puesto. Consulta con el gerente directo o con empleados que ya ocupan o hayan ocupado roles similares. Pide ejemplos concretos de actividades diarias y resultados esperados, esto te ayudará a identificar las tareas principales y secundarias. También puedes revisar descripciones de puestos anteriores o similares dentro de la industria para obtener inspiración y ajustar las responsabilidades a las necesidades actuales de tu organización.

Además, es útil desglosar el propósito del rol dentro de la empresa. ¿Qué contribución específica se espera del puesto? A partir de ahí, puedes deducir las actividades que llevarán a ese resultado. Si aún hay dudas, considera hacer un listado preliminar de tareas y validarla con el equipo para garantizar que las responsabilidades estén alineadas con los objetivos del departamento o área.

¿Cómo adaptar una descripción de puesto para un rol flexible o híbrido?

Para adaptar una descripción de puesto para un rol flexible o híbrido, es fundamental recalibrar las expectativas en términos de ubicación y tiempo, sin comprometer los objetivos clave del puesto. En lugar de enfocarte solamente en el lugar físico donde se realiza el trabajo, concéntrate en detallar las responsabilidades que pueden ejecutarse de manera remota o presencial, y las herramientas y recursos que facilitarán la colaboración y el cumplimiento de las tareas asignadas. Asegúrate de especificar claramente las condiciones bajo las cuales el empleado deberá estar en la oficina, si las hubiera, y cómo se gestionará la comunicación y coordinación en un equipo distribuido.

Un punto que puede generar dudas es el manejo de la productividad en un rol híbrido. Para disipar esta preocupación, puedes incluir indicadores de rendimiento claros y medibles que no dependan de la presencia física del empleado, como plazos de entrega o logros específicos que se puedan monitorear de manera remota. De esta forma, te aseguras de que el rendimiento se mantenga alto, independientemente del entorno de trabajo.

¿Qué sucede si un candidato no cumple con la experiencia mínima requerida?

Si un candidato no cumple con la experiencia mínima requerida, es como intentar usar un mapa antiguo para navegar en una ciudad moderna: podría tener algunas referencias útiles, pero le faltan los detalles clave para moverse con precisión. La experiencia mínima asegura que el candidato ya ha enfrentado situaciones similares en el pasado y ha adquirido habilidades prácticas que le permitirán desempeñarse correctamente desde el primer momento.

Sin embargo, si consideras a un candidato sin la experiencia exacta, pero con habilidades transferibles o un historial de aprendizaje rápido, podrías evaluar si la capacitación adicional dentro de la empresa puede ser una solución viable. Esto dependerá del tiempo y los recursos que puedas invertir en su desarrollo, así como de la urgencia de la posición.

¿Es necesario siempre incluir formación académica en la descripción del puesto?

No es necesario siempre incluir formación académica en la descripción del puesto, especialmente si el rol se basa más en habilidades prácticas o experiencia laboral. En algunos casos, enfatizar competencias técnicas o logros específicos puede ser más relevante que un título universitario. Esto es particularmente cierto en sectores donde el conocimiento práctico supera la teoría o en industrias en rápido cambio, como la tecnología o el marketing digital.

La flexibilidad en este aspecto permite atraer a candidatos con trayectorias no convencionales, pero igualmente valiosas. Al omitir este requisito, puedes abrir la puerta a postulantes con experiencia o autodidactas que, aunque no posean una formación académica formal, tienen la capacidad y las habilidades necesarias para sobresalir en el puesto.

¿Cómo medir las expectativas de rendimiento en roles creativos o no cuantificables?

Medir las expectativas de rendimiento en roles creativos o no cuantificables puede parecer un desafío, pero es completamente factible si se establecen indicadores de desempeño claros y realistas. En lugar de enfocarse únicamente en números, es útil definir estándares cualitativos que valoren el proceso y los resultados finales. Por ejemplo, en un puesto de «Diseñador Gráfico», podrías medir la calidad de las entregas evaluando la satisfacción del cliente o el cumplimiento de los objetivos del proyecto, como la alineación con la identidad visual de la marca.

Otro enfoque es crear metas basadas en hitos intermedios. Estos hitos pueden ser revisiones periódicas que evalúen el progreso creativo, la capacidad de cumplir con plazos y la adaptación a cambios repentinos o feedback. De esta manera, las expectativas de rendimiento se miden en función del cumplimiento de criterios acordados previamente, lo que permite una evaluación más justa y equilibrada.

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